El arte responde a una necesidad vital de dar lugar a un espacio que podría escapar a nuestro cotidiano. Expresar una singularidad que suele pasar desapercibida por muy significativa que sea. Ocupar un lugar físico en este mundo, mientras se vive la aventura insólita e indispensable que representa el paso de lo imaginario a la materia e vice versa. Lo que llamamos la creación. 

La paradoja de una relación con el mundo de tipo artístico consiste en estar profundamente conmovido por lo real y a su vez mantenerse a distancia para observarlo mejor. Acoger los m á r g e n e s es sin duda necesario para la expresión de una visión particular. Sin embargo, el arte también es c e n tr o neurálgico, vínculo en presencia y en presente. 

Más allá de disciplinas conjuntas las unas al servicio de las otras, la escena es una polifonía.